Terminar en casa
Esteban Meneses y su staff ya saben de Mundiales, de proezas y de dar en el clavo en momentos cúlmines.
El desafío del próximo sábado, contra Estados Unidos, tiene nuevamente todos esos condimentos necesarios con los que el entrenador, sus colaboradores y por supuesto, los jugadores, pueden conseguir la alquimia necesaria para que el resultado sea para el que se preparan desde el final de la Rugby World Cup Japón 2019: clasificar a RWC Francia 2023.
Acerca de lo que pasó en el partido de ida en Glendale, Colorado, Meneses cuenta: "El plan de juego para poner en práctica en Denver lo pensamos una vez supimos que el rival iba a ser Estados Unidos”.
“Por momentos creo que el plan se cumplió a la perfección y lo pudimos ejecutar. Por supuesto, hay muchas cosas por mejorar para la revancha".
Glendale, barrio de Denver y hogar del rugby de los Estados Unidos está a 1730 metros sobre el nivel del mar, con un aire más fino y un clima muy seco, ambos factores que afectaron a Los Teros.
“Físicamente, los jugadores estuvieron con un ahogo constante y eso nos perjudicó”, dijo Meneses. “Además, hubo algunos jugadores que llegaron de Europa muy poco tiempo antes, tras estar varados en un aeropuerto tres días porque no los dejaban embarcar. Esta sucesión de hechos creo que afectó, desde lo físico, negativamente”.
Sin embargo, allí fue que apareció la Garra Charrúa. “En lo anímico, en la entrega, todos hicieron un esfuerzo enorme para sobreponerse a esa dificultad, esa adversidad. Hay que felicitarlos muchísimo por la actitud con la que encararon esta primera final", asegura el entrenador uruguayo desde 2016.
Ochenta minutos
Quedan ochenta minutos y el entrenador de Los Teros tiene claro lo que puede pasar.
"Espero que podamos imponernos en el partido según nuestros términos. Necesitamos hacer que nuestro juego prevalezca. Hoy, Estados Unidos está ganando la serie por tres puntos y tenemos que salir e ir sobre ellos, con ese hambre que tenemos, mostrándolo desde el arranque”
“Nuestro rival tiene mucho potencial; físicamente son muy fuertes y seguramente apelarán a toda su confianza en eso para imponerse desde lo físico y luego, desde lo mental".
El equipo norteamericano lejos está de ser un hueso sencillo de roer.
"Creemos, pensamos, que Estados Unidos intentará cerrar un poco más el juego. Buscarán imponerse con sus delanteros y a hacer pesar el line y el maul, que es algo en lo que se han hecho fuertes”.
En el partido de ida, “supieron definir con sus backs, otra de las cosas que han hecho bien, tanto como el uso del pie, que fue muy prolijo y nos obligó a ir con la pelota desde nuestro territorio.”
Dentro de su lectura de lo que podría pasar en la revancha agregó: “por supuesto, nos van a presionar con la defensa. Considero que son pocos días entre un partido y otro y, con sus fortalezas bien definidas, es raro que haya tiempo para que puedan aplicar otra estrategia, así que ese podría ser su plan".
Tener la chance de jugar los ochenta minutos finales en casa, en el Estadio Charrúa, y con público, si bien con un aforo limitado, es un elemento clave en el análisis. Se esperan entre seis mil y siete mil espectadores apoyando el intento uruguayo por asegurar su lugar en su quinta RWC.
"Terminar la serie en casa da un plus en lo anímico. Definir en el lugar que conocés de memoria, en el que te preparás todos los días de 8 de la mañana a 5 de la tarde, y en donde esa preparación tiene como objetivo ir al Mundial, desde ya es muy motivante”.
“Hoy estamos parados acá. Y vamos a jugar con este entorno que nos resulta ciento por ciento familiar. Con los afectos cerca, todos convencidos de lo que queremos y del objetivo final”.
“Sí, cerrar acá en el Charrúa es definitivamente importante," cierra Meneses.