Los Sables de Zimbabue buscan regresar a Rugby World Cup

Brendan Dawson está muy confiado de que puede unirse al reducido grupo de personas que jugaron y fueron entrenadores en una Rugby World Cup.

Figuras reconocidas como John Kirwan, Martin Johnson o Mario Ledesma, por nombrar tres, lograron lo que Dawson ya había estado cerca de lograr con Zimbabue en 2015.

Dawson, miembro líder del plantel de Sables que participó en los primeros dos Mundiales, fue el entrenador que perdió a manos de de Namibia, por un único punto, el lugar de Africa 1 en Inglaterra 2015.

Nuevamente con Dawson a cargo del seleccionado nacional, la Zimbabwe Rugby Union está haciendo todo lo necesario para asegurar que su equipo esté en Rugby World Cup 2023.

Un gran equipo de entrenadores para apoyar al ex tercera línea y la formación de la Red de Rugby Sables a través de la diáspora de Zimbabue empujan para lograr esto.

Dawson cuenta con la ayuda de Liam Middleton (backs/defensa), Danny Hondo (acondicionamiento físico), Graham Knoop (lineout), Alice Randall (fisioterapeuta) y Jason Maritz (manager del equipo). 

Ayuda del extranjero

El único Wallaby en el Equipo de la Década de World Rugby, es David Pocock, nacido en Zimbabue, que ha estado en contacto ofreciendo ayuda con el área del breakdown, mientras también ayudan sus compatriotas Don Armand (ex internacional inglés) y Adrian Garvey, compañero de Dawson en 1991 y luego Springbok, para "generar confianza y credibilidad en el programa," según dice Maritz.

Además, el prolífico goleador Jason Robertson de la Major League Rugby con Old Glory, y Tapiwa Mafura de los Free State Cheetahs de Sudáfrica, son algunos de los residentes en el extranjero que estarán disponibles. 

“Muchos quieren sumarse, por lo que creo que estaremos una posición de fortaleza por primera vez," dice Dawson.

"Tener la oportunidad de jugar en una Rugby World Cup es enorme; el gran sueño de cualquier jugador internacional es poder representar a tu país en un Mundial."

Gloria

El gran triunfo de Zimbabue en la Victoria Cup en 2019, cuando Kenia y Uganda fueron derrotados camino al título, ayudó a mostrar al mundo que el rugby de Zimbabue estaba de regreso y que tenía una real oportunidad de clasificar por primera vez a un RWC en la era profesional.

"Ganar la Victoria Cup fue un gran envión para nosotros, hizo que vuelvan a prestarnos atención," dijo Maritz.

“Tuvimos que ordenarse en un país que no es estable. Para ser estables nosotros tuvimos que ganarnos la confianza de los jugadores. Confían en que los apoyaremos y a sus familias, asegurando que les paguen por sus esfuerzos y que entre todos nos cuidamos."

"La cultura que creamos al juntarnos todos en 2019 ha sido clave. Nuestros jugadores en todo están diciendo 'queremos ser parte de esto, vemos que es algo especial."

"Sigue estando el llamado a volver. Una cosa que encontrarás entre los jugadores de Zimbabue que se refieren a ellos mismos como de Zimbabue, aun si han jugado por Sudáfrica o Inglaterra."

Hay previstos partidos con Zambia y un par de amistosos con Namibia en mayo y junio, para darle a los Sables la muy necesaria actividad tras un año sin competencia en 2020.

Sacar lo mejor

Para que los Sables clasifiquen a RWC 2023, deben ganar la Rugby Africa Cup del año próximo. Al campeón, le espera un lugar en el Grupo A junto al tres veces campeón del mundo Nueva Zelanda, el anfitrión Francia, Italia y Americas 1.

“Que gran logro sería para mí como entrenador? Tengo un gran equipo de entrenadores y podemos ir lejos y llegar a Rugby World Cup 2023, pero además ir a competir. Quiero sorprender a la gente," dijo Dawson, que jugó ante Irlanda, Escocia y Japón en RWC 1991.

Maritz, un ex pilar de Bulawayo, tenía solo cinco años cuando a Dawson se la caían las lágrimas cuando en ese torneo escuchaba su himno nacional; confía que el actual equipo puede experimentar la euforia de jugar en el más grande los escenarios de nuestro deporte.

“Somos conscientes del viaje que tenemos por delante y lo que hay que hacer; quiero creer, de hecho creo, que clasificaremos," dijo. "Sé que en los corazones del cuerpo técnico y los jugadores sentimos que esta es la mejor oportunidad que tenemos de estar allí."

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